¿Empezó el año y sientes que «no ha sido lo que esperabas»? ¿Te enteraste de noticias tristes o ya estás atravesando alguna lucha en tu salud, vida familiar o laboral?

¡Cobra ánimo! Tu vida continúa, y cada respiro está en las manos del Dios que controla todas las cosas. Enero no es «un presagio o un mes que pronostica nuestros años». Guarda tu corazón de esas mentiras.

Nuestras vidas no están controladas por el «azar». Por el contrario, están siendo perfectamente orquestadas por las manos de tu Padre, que todo lo ve y todo lo sabe «(..) el que forma la luz y crea las tinieblas, el que causa bienestar y crea calamidades, yo soy el SEÑOR, el que hace todo esto» Isaías 45:7.

Sí, ponte metas si deseas, establece un plan, crea ritmos y rutinas que apunten a Él y alivianen tus días, sé buen mayordomo de todo lo que Dios te ha dado por gracia… PERO… descansa. Descansa en Su sabiduría para dirigir tu vida. Descansa en Aquel que hace que la luna y sol sigan brillando. En Aquel que cuida de los pajarillos. En Aquel que siempre obra en justicia y todo lo hace, a Su debido tiempo. Descansa en Aquel que cambia tus planes para bien. En Aquel que siempre obra a favor de Sus hijos, aunque no lo veamos de inmediato. En Aquel que conoce lo que piensas y lo que pasará al siguiente minuto.

No sé tú, pero a mí no me agradan mucho los cambios repentinos en mi agenda. Sin embargo, cuando le recuerdo a mi corazón que el que lleva LA verdadera agenda es el «GRAN YO SOY», mi alma se aquieta. Nada de mi puede competir con el Creador del Universo. O es Él o soy yo, y Él siempre gana. Así que…¡juego trancado! ¡Para bien!

Mis planes jamás serán tan buenos como los Suyos. Mi vida, y la tuya no pueden estar en las mejores manos… Estamos seguros en Sus tiernos brazos.

Descansamos en Su amor infalible y en Su sabiduría para unir cada punto de nuestras vidas conforme a Sus propósitos eternos. ¡Descansamos en cada aspecto de Su carácter que no cambia! Cuán poderoso es recordarnos ésto.